sábado, 16 de enero de 2016

METALÓGICA (PENSANDO EN LA LÓGICA)

Kim Pérez

Paseando por el camino recto y horizontal de nuestro antiguo Cortijo de Trabajaembalde, en los años ochenta. Entre campos de labor y grandes encinas, viendo al Norte unas sierras azules, camino de Madrid, donde estaba la libertad que me parecía inaccesible.

La Lógica. Me repito el antiguo silogismo:
Si A es B
Y B es C,
Entonces A es C.

Eso está por encima de mí, porque es verdad, lo quiera yo o no lo quiera, me convenga o no me convenga, al traducirlo a la materialidad.

Si yo he recibido 1000 pesetas
Y las deudas deben pagarse
Entonces yo tengo que pagarlas.

No me convendría la verdad del silogismo, pero ahí estaría esa verdad, aunque yo no quisiera, por encima de mí.

Por  tanto esa realidad invisible, inmaterial, e inmutable, existe, unas veces para mal y otras para bien. Está ahí, sobre mí.

Puedo tranquilizarme, pensando que hay algo mayor que yo, por  encima de mí.

Esa Lógica, o su hija, la Lógica Matemática, rige el universo material. Esto se sabe desde Pitágoras, confirmado por Galileo y comprobado por Newton y luego por Einstein, Planck y Heisenberg.

Esta Matemática se puede ver en la materia de forma tendencial. No es que las formas físicas sean exactamente matemáticas, sino que se acercan en lo posible a las formas matemáticas. En el ámbito astronómico, los astros tienden a ser esferoidales por la gravedad, en torno a su centro, a la vez que otras fuerzas centrífugas tienden a alterar la forma esférica. En el ámbito biológico, las abejas forman hexagonoides, porque es la forma en red con mejor relación entre capacidad y trabajo para hacerla, pero al ser materiales, no pueden ser hexágonos absolutamente regulares.

Esta función de la Lógica por encima del Universo y de la voluntad humana corresponde a lo que se ha llamado divino; su distancia de lo natural y físico la cualifica como una parte de lo sobrenatural.

¿Cómo se puede llegar de la Lógica física a la Lógica de un ser vivo y racional como es el humano?

Aún no hemos llegado a las ecuaciones necesarias para ello, por lo que sólo podemos hacer un razonamiento fragmentario. En algún aspecto, la Biología, es ya cuantitativo, por ejemplo en la hipo- o hiperandrogenia que fundamentan algunas formas de la transexualidad, pero en general, la condición humana, dependiente de la complejidad del cerebro, no es todavía cuantitativa, matemática, sino cualitativa.

Cualitativamente, se puede decir que los humanos somos animales y racionales, capaces de entender la Lógica del Universo y de tener conciencia de la existencia de este plano lógico, que está por encima de la materia.

Nuestra lógica para entender la Lógica es fragmentaria. Para llegar a entender la Razón de todas las cosas, usamos el razonamiento, que está expuesto al error y encuentra grandes límites personales.

La diferencia entre Lógica objetiva y lógica subjetiva o entre Razón y razonamiento es fundamental en una vida humana.

Porque de hecho avanzamos, aprendemos a hacer comprobaciones, partimos de lo conocido y llegamos a lo desconocido, chocamos con la práctica, la realidad y la naturaleza se resisten a muchas de nuestras abstracciones, rectificamos, tenemos que someternos a la crítica o criba de la verdad y el error, aumentamos gradualmente el cuerpo de nuestros conocimientos.

Podemos regular nuestra existencia personal y colectiva, mediante leyes morales y jurídicas. Nuestras leyes, partiendo de nuestros razonamientos, pueden ser lógicas, que correspondan a la verdad de las relaciones reales. La consecuencia práctica del acierto es el avance

O bien leyes ilógicas, que no correspondan a esa verdad de las relaciones existentes. La consecuencia práctica del error puede ser el caos, pero aun así permite avanzar en la masa del conocimiento.

Esa clasificación de las leyes morales y jurídicas estará por tanto por encima de nuestras voluntades. Sólo las leyes lógicas serán verdaderas leyes; las que no sean lógicas, no lo serán. Sólo parecerán leyes.

No podríamos hacer que una ley lógica, justa, no lo fuera, por más que nos empeñáramos, ni que hacer que una ley ilógica, injusta, fuera lógica y justa.

Todo eso está por encima de nosotros. Este criterio es el del iusnaturalismo clásico, precisando que la naturaleza humana en que se funda tiene que ver con la Lógica que rige el Universo y que los humanos podemos comprender gradualmente mediante el razonamiento.

La existencia de Dios es lógica, porque funda la existencia de la Lógica o Razón, que es relación, porque tiene que haber  una sola causa de todas las relaciones de causa y efecto, como lo demuestra el hecho de que todas las relaciones que existen obedecen a una sola Lógica.

Usamos por ejemplo la misma Lógica Matemática para entender la gravedad macroscópica o las partículas microscópicas, y la Lógica Matemática funciona, y usamos la Lógica Matemática de las cantidades bioquímicas para entender nuestra salud o nuestra enfermedad, y funciona también.

Usamos la Lógica, pensamos,  porque pensar tiene sentido, permite avanzar en el conocimiento y dominar la realidad.   

Si Dios existe, habla con la gramática de la Lógica. En las condiciones materiales, en nuestra naturaleza, la Lógica está por encima del Bien y del Mal. El nacimiento y la propagación de la vida ocurren con la lógica del medio ambiente y las extinciones masivas se deben a la lógica del magma y los volcanes, como la de los Campi Flegrei, que hace 39000 años casi extinguió a los Neanderthales, o a la de las órbitas de los asteroides, cuando impactan en la Tierra.


Los hechos lógicos de la Causa Primera permiten la contemplación, la admiración y la aceptación.

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