miércoles, 9 de octubre de 2013

Teoría de la Sexuación

TEORÍA DE LA SEXUACIÓN

Kim Pérez

Estoy deslumbrada por la visión pitagórica de la Realidad (“Todo es Número”), que lleva luego a  ver cómo las Matemáticas (la Lógica, las Relaciones), inmutables, son el Modelo de la Materia, mutable (“la materia es lo que cambia” – Mario Bunge)

Lo vemos en cómo la Materia se agrupa por la gravedad en un centro, agregándose en una forma que se parece a una esfera (los astros), pero que nunca llega a esa forma perfecta, matemática, quedándose en un esferoide.

Esto se parece a la distinción de Platón entre Idea inmutable o perfecta y Materia mutable o imperfecta, pero tendente a lo perfecto (idealismo) Y también a la de Aristóteles entre Forma y Materia, pero entendiendo por Forma algo que se parece al Proyecto de un Mecánico o un Ingeniero o Maestro de Obras o un Arquitecto o un Piloto que traza un  rumbo,  y  por Materia lo físico, lo que pesa, el material siempre variable que se trans-forma y se ajusta más o menos al Proyecto, realidad mental, no material, ni siquiera un Plano.

La Teoría, el Proyecto, escinde en el Número Dos la sexuación, y la materia viva sexuada intenta acercarse a ese Proyecto, no siendo dual, sino continua (el continuum de la sexuación), no siendo binaria, sino nobinaria, lo mismo que la superficie de los astros no es una pura esfera, sino esferoidal, y la belleza de los montes y las llanuras se ve siempre transformada por las elevaciones y las erosiones; o las erupciones de gas ardiente acaban por trazar una hermosa curva y volver a la superficie de las estrellas, tendiendo de nuevo a la forma esférica.

Materia y Forma las encontramos en la distinción entre a) la Masculinidad y la Feminidad teóricas, proyectadas para realizar un intercambio de  genes entre los seres vivos, una obra de ingeniería biológica, y b) la Materia viva, que se acomoda en parte a ellas, que la aprovecha además para estimular para la sociabilidad, la convivencia, el placer mutuo entre humanos, bonobos, lobos, tórtolas, etc  (pero no en otras especies)

Esta Materia viva en un principio no estaba sexuada, por lo que la realidad material es siempre un continuo, en el que no hay seres masculinos puros ni seres femeninos puros, sino seres que se masculinizan gradualmente o que se estabilizan en la feminidad primordial y general.


La Teoría es el Proyecto, abstracto, siempre igual, perfecto pero no vital, un Teorema, la Práctica es lo vital, lo singular, lo individual, lo concreto, lo real. Lo más o menos masculino, lo más o menos femenino, lo más o menos intermedio, lo más penetrante, lo más penetrable, lo más activo, lo más pasivo, lo más fecundador, lo más fecundable.

La Teoría es el Plan General, invisible pero pensable, la Práctica es la Materia, visible pero no pensable, sino perceptible, emocionante, como una Música concreta que suena asociada con ella.

Esta dualidad sexuada del estado vivo de la Materia parece una versión más compleja de la dualidad polar del estado físico, electromagnético, de la Materia, con su sistema de atracciones y repulsiones que se invierten en las distancias muy cortas, todo ello presidido  por la Unidad de los opuestos.

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