lunes, 19 de febrero de 2007

¿Por qué habla una persona trans con un psicólogo?



En esta pregunta hay dos partes, una previa y otra que parte de la respuesta a la primera:

¿Qué es una persona trans?

Voy a usar la clasificación descriptiva habitual, considerándola sólo descriptiva de hechos observables, no explicativa:

Transvestista: quien se traviste periódica u ocasionalmente.

Transgénero: quien vive socialmente conforme a las reglas de género del sexo que fenotípicamente no le corresponde. (Viste, se arregla, usa un nombre correspondiente, incluso sigue un tratamiento hormonal o recurre a la cirugía sobre los órganos sexuales secundarios)

Transexual: quien desea o se ha sometido a una operación de las varias posibles sobre los genitales primarios (histerectomía, metaidoioplastia o falopastia para los transexuales ftm (femenino a masculino), castración o vaginoplastia para las transexuales mtf (masculino a femenino)

Hay que añadir, en esta clasificación descriptiva, dos categorías más:

Trans potencial: quien querría verse en alguna de las categorías precedentes pero no lo expresa o manifiesta de ninguna forma.

Menor variante de género: la fluidez de la conducta durante la minoría de edad aconseja que no se defina con arreglo a ninguna de las categorías precedentes.

Asi se llega a la segunda parte de la pregunta:

¿Por qué una persona trans, así definida, quiere hablar con un psicólogo?

Primero. Porque es menor de edad o muy joven y acude, no de motu proprio, sino llevada por sus padres.

Segundo. Porque se siente confusa o angustiada, frente a sí misma o frente a la sociedad. Entonces experimenta una disforia de género.

Tercero. Porque pretende acogerse a la Ley de Reforma del Registro Civil (en España)

Cuarto. Porque pretende ser admitida en los procedimientos de una Unidad de Identidad de Género con vistas a una operación de reasignación de sexo.

No se olvide que esto significa que una gran mayoría de la población trans, quizá un noventa por ciento según algunas estimaciones, que no experimenta la necesidad de acudir a un psicólogo ni a un psiquiatra.

Esto supone tomar en cuenta el transcendental principio de que la experiencia trans se vive por la mayoría de las y los trans como una vivencia no patológica, ni necesitada de aconsejamiento, ni por tanto de medicalización alguna.

No hay comentarios: